EL IMPACTO DE LA CAZA

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Enrique Roy

Federación Aragonesa de Caza

Colaboradores de Mutuasport

En España, hoy en día, si un joven (o no tan joven) decide hacerse cazador se parte de la base que se necesitan cumplir una serie de trámites administrativos para poder formar parte de esta, nuestra familia, la caza. Entre ellos están la prueba para la obtención del permiso de armas, un examen psicotécnico, la licencia de caza, un seguro obligatorio y, según el caso, la tarjeta federativa de la comunidad que corresponda. Con todo esto, se cumplen las condiciones legales necesarias para poder empezar a cazar.

 

Pero, para poder cazar son necesarias una serie de agentes que sin los cuales no podríamos desarrollar esta actividad. Necesitamos, ropa, accesorios varios, munición y arma (Importante), perro si es el caso y un coto de caza. Pues bien, hasta el momento, si tomamos como referencia el estudio “Evaluación del Impacto Económico y Social de la Caza en España” los cazadores nacionales nos gastamos una media aproximada de 3.500 € al año.

 

Además, a todo ello viene asociado una serie de sectores como es el del trasporte y combustible, la restauración, el servicio veterinario, la taxidermia y la industria cárnica cinegética, entre otras, siendo estas las más comunes y sin olvidarnos de, dada la condición social que caracteriza a la población española, el turismo y las ferias cinegéticas que tanta acogida tienen en este sector por cazadores nacionales e internacionales. Y entre todos y cada uno de estos gremios existe un común denominador, una dinámica económica y laboral directa e indirecta asociada a la caza que genera una gran cantidad de dinero.

 

Según el estudio que se ha citado anteriormente, la caza es una actividad viable a nivel económico, técnico y ambiental. Esto queda reflejado en los resultados obtenidos del mismo, donde la caza está considerada tan positivamente por los siguientes aspectos:

 

-Gasto anual medio de 5.500 millones de euros equivalente al subsector del vino.

 

-Genera 6.500 millones de euros de PIB anuales (0,3% del PIB anual de España).

 

-Mantiene más de 140.000 empleos directos, indirectos e inducidos. A los que se han de añadir los casi 46.000 empleos directos generados por los titulares y organizadores cinegéticos de los cotos de caza. Alrededor de 190.000 puestos de trabajo anuales.

 

-Ingreso a las Haciendas Públicas de 614 millones de euros en forma de retornos fiscales. De los cuales, una tercera parte corresponden a tasas abonadas por cazadores, rehaleros y gestores cinegéticos, y el resto al gasto realizado por los agentes que se detallaban al principio del artículo.

 

-Contribuye muy positivamente a la seguridad vial y a disminuir los daños a la agricultura ya que reduce las principales poblaciones causantes de ambas problemáticas.

 

-Supone una tradición con un importante arraigo en España, donde contamos con alrededor de 800.000 cazadores y es una de las tres primeras actividades deportivas a nivel federativo.

 

-Contribuye al control de las poblaciones de especies cinegéticas protegiendo y conservando las mismas.

 

En definitiva, la caza es una actividad con una repercusión muy positiva a nivel ambiental y económico cuya prensa no está justificada con sus datos. Para mejorar estos somos los cazadores los que tenemos que salir en su defensa. Ante el menosprecio a la caza, comunicación y respeto.

 

*Todos los datos aportados han sido sacados del Estudio de Fundación Aremisan: Evaluación del impacto económico social de la caza en España.

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