Mi padre es cazador y es mi mejor maestro

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Neus Jaume

Federación Balear de caza

Colaboradora de Mutuasport

Mi referente en la caza, sin duda, tiene nombre y apellidos, aunque nunca lo llame por su nombre siempre ha tenido un apodo muy especial para mí, papá. Él me enseñó la gran afición por la caza.

La caza es una de las maneras más tradicionales a través de la cual los padres inculcan valores y conocimientos a sus hijos.
Aún recuerdo el primer día que lo acompañé a cazar, el despertador sonaba muy temprano, no recuerdo exactamente la hora pero nos levantábamos y desayunábamos juntos, después cogíamos todos nuestros bártulos, la escopeta y a los perros y nos íbamos al campo detrás de las perdices. ¡Yo era la niña más feliz!

Así empezó mi primer día de caza y desde entonces he querido repetir cada domingo junto a él esta bonita afición.

Era el plan más especial de la semana, irnos juntos de caza el último día de la semana. Me enseñaba la gran conexión que tiene un cazador con la naturaleza.
El mejor maestro de caza que he podido tener es mi padre, él me ha enseñado el compañerismo durante las cacerías, a cazar en equipo, el respeto por la naturaleza y siempre con la mayor delicadeza para transmitirme todos los valores de la caza. Él es el que me ha enseñado el mundo de la caza.

Cuando cumplí los catorce años me saqué el permiso de caza y armas, seguí cazando junto a mi padre pero cada uno con su escopeta porque hasta que no cumpliese los dieciocho siempre tenía que ir acompañada de un mayor y en mi caso siempre fuí al lado de mi padre. Recuerdo que siempre me dejaba tirar primero, disfrutaba mucho viendo mis lances y me daba consejos cuando no eran certeros.  

Además, él ha sido siempre mi mejor compañero de caza. Él me ha llevado de cacería, de batidas y a todos los campeonatos que he participado. Me ha enseñado a tirar, a disfrutar del campo y de los perros de caza.

Recuerdo un día detrás de las becadas, eran mis primeros días de caza con él y mis perros. Lo recuerdo como uno de los primeros tiros más bonitos que he realizado.  ¡Tan solo recordarlo se me ponen los pelos de punta! Los perros estaban en muestra, estaba a tan solo unos segundos para poder abatir mi primera becada. Entonces mi padre busco el lugar perfecto para que yo pudiera efectuar un buen disparo.  Acto seguido hizo que los perros rompieran la muestra de tal forma que la única opción que le quedaba a la becada era salir hacia mi. Cuando la vi me puse muy nerviosa y la falle en el primer tiro pero en el segundo disparo la pude abatir. Mi perrita la fue a buscar y me la trajo hasta mi, en este mismo instante me rompí de la emoción.

Después de estos primeros tiros y aunque siempre lo había visto en mi casa, mi padre me enseñó el aprovechamiento de la carne de caza e hicimos un guiso exquisito con la becada. Primero la desplumamos y la limpiamos bien, hicimos un sofrito y pusimos a sofreír hasta que quedara dorada. Seguidamente le pusimos un poco de vino, hierbas aromáticas, zanahoria y tomate. Pasados 20 minutos ya estaba lista para comer y nos salió exquisita. ¡Me encanta la carne de caza!

Tenemos una conexión muy especial al compartir la misma afición, mi padre ha sido mi gran maestro de caza. Nos une también la pasión por la becada y cada domingo que podemos salimos juntos de caza. En la actualidad, no hay ningún domingo que salga de caza sin él, es mi gran referente y siento un vacío inmenso cuando no puedo salir de caza con él.



Un padre siempre quiere lo mejor para sus hijos, pero cuando compartes la misma afición ya te une algo muy especial.

¡Muchas gracias papá por todo lo que me has enseñado!

¡FELIZ DÍA DEL PADRE!

NEUS JAUME

Avda. Reina Victoria, 72.
28003 MADRID
Tlfo. 915340444

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