La caza exige a los cazadores un mínimo de preparación física que les permita sobrellevar sin agobios una actividad no habitual en plena naturaleza, caminando por terreno desigual, a veces con carreras cortas, superación de desniveles (desde el margen de un bancal hasta una colina), travesías de cauces, etc y todo ello en cualquier circunstancia climatológica.
Si el cazador es incapaz de superar estos obstáculos, puede arruinar una jornada de caza, incluso para sus compañeros.
Recuperamos parcialmente el gran libro del Doctor Ramón Sancho Fuertes Manual de prevención y primeros auxilios para cazadores para recordar los principios básicos que debemos tener en cuenta antes de empezar la jornadas de caza...
Principios básicos de estiramientos
1.- Los ejercicios deben hacerse de manera suave, lentamente y de forma armónica y sin brusquedades.
2.- Antes de hacer cualquier actividad hay que iniciar un calentamiento previo que nos permita aumentar la temperatura de los músculos para que estén en condiciones óptimas de trabajo; ello se consigue a base de incrementar la llegada de sangre a sus fibras.
3.- Debe actuarse sobre todos los músculos pero el día de caza hay que insistir en aquellas extremidades o grupos musculares que vayan a trabajar más.
4.- Se completarán los ejercicios de calentamiento con suaves movimientos de estiramiento sin forzar músculos y articulaciones todavía no suficientemente irrigados. Forzar los estiramientos entonces podría dar lugar a lesiones musculares.
5.- Al finalizar la jornada y ya con los músculos, tendones y estructuras articulares bien movilizados previamente es cuando deberán efectuarse intensos ejercicios de ESTIRAMIENTOS, pues con los músculos bien irrigados serán verdaderamente efectivos.
