CUIDA Y PROTEGE TUS OJOS

Cuando salimos cada día al monte siempre nos llevamos nuestra escopeta o rifle, los cartuchos y nuestro fiel e inseparable compañero de caza, todo con la ilusión de pasar una magnifica jornada. Pero por desgracia, a veces, todo esto se ve truncado por un accidente durante la cacería. Por esa misma razón nos equipamos con gorra, chaleco o brazalete de alta visibilidad, pero nunca nos acordamos de lo más importante, nuestros ojos.

La vista es lo más valioso que tenemos para la actividad cinegética y no solo para encontrar y ver nuestra pieza, si no para divisar bien el sitio en el que están nuestros compañeros u otros cazadores, tener controlado el entorno en el que nos encontramos, etc.... Por eso, debemos tenerla bien protegida.

Las lesiones oculares son más frecuentes de lo que nos imaginamos y siempre pensamos que es muy difícil que nos den en un ojo, pero es más fácil de lo que parece, donde menos te lo esperas te puedes encontrar con otro cazador que no te ha visto y tira al raso a una pieza y ya tenemos el problema. ¿Sabemos el daño que nos pueden causar estos percances?

Las lesiones más comunes son:

-La contusión ocular: que es un golpecito o la entrada de algún cuerpo extraño dentro del ojo.

-La herida ocular: es más grave, indica que hay una herida en el ojo o una perforación ocular, lo que conlleva a la posibilidad de la pérdida total del ojo.

Si quieres más información detallada puedes pasarte por el blog de Mutuasport y leer un artículo titulado "Mira por tus ojos, protege tu visión" o leer el libro del Doctor Carlos Vergés, "Medicina en la Caza y en el Campo", de la Biblioteca Cinegética de Mutuasport, ahí te explica muy bien las lesiones más comunes que sufre el cazador practicando la actividad de la caza.

La mayoría de los cazadores practicamos todas las modalidades de caza, aunque algunos únicamente practican la menor o la mayor. ¿Pero en que modalidad de caza se pueden producir más accidentes?

CAZA MENOR:

El mayor riesgo que tenemos en la caza menor es el plomeo. Cuando apretamos el gatillo y sale el tiro, los perdigones se dispersan generando trayectorias imprevisibles, por esto, son frecuentes los rebotes, sobretodo en zonas donde hay mucha piedra. Al rebotar, los plomos, pueden impactar hacia nuestros ojos y producirnos una lesión muy grave.

También debemos tener mucho cuidado donde apuntamos, no solo por los rebotes, si no por no hacerles daño a otras personas. Por ello, no debemos tirar nunca hacía casas, personas o puestos de compañeros, nunca subestimemos el

alcance de los perdigones.

CAZA MAYOR:

En la caza mayor no existe el peligro de los perdigones, al tirar con bala, pero tenemos otros peligros. Hay que tener en cuenta el retroceso del rifle a la hora de encararlo y apoyarlo bien en el hombro, sobre todo si llevas visor, para que no se produzca ningún daño cerca de la zona del ojo o en el mismo.

También tener mucha precaución al caminar por el monte. Normalmente cuando vamos hacia el puesto, a no ser que tengas suerte, caminamos entre maleza y árboles, por eso tenemos que estar pendientes, ya que una rama o un arbusto alto nos puede dar en un ojo y sufrir una lesión considerable.

En resumidas cuentas, en ambas modalidades puedes sufrir daños importantes en los ojos, quizá en la caza menor debemos tener mayor precaución al disparar y asegurarte que tienes una adecuada distancia entre escopetas para no solo evitar el impacto directo de un perdigón, sino el posible rebote de este ya sea en puesto fijo, cazando al salto o en mano. Y lo más importante, recomendamos siempre el uso de gafas para prevenir estos contratiempos. Por ello, debemos utilizar unas que sean homologadas, fabricadas con policarbonato, que cumplan todas las normas de calidad de la CE y que sean resistentes ante los impactos.

Muy importante, hay que aclarar que las gafas de sol no son una medida de protección, ya que un impacto de un perdigón puede hacer que el cristal haga efecto metralla y el daño sea mayor.

Y un consejo importante, si cazas, realiza revisiones periódicas de tu visión. Si tienes mal la vista puede suponer un peligro y una pérdida de eficacia en el tiro.