Jornada de Gestión al borde del desastre

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Marta Salgado

@Couple.Hunt 

#StopAccidentesDeCaza 

Cuando escuchamos que ha ocurrido un accidente, nos resulta lejano, difícil de entender, y creemos que nunca nos va a pasar, porque llevamos todos los sentidos, toda la precaución y todo el respeto que el manejo del arma lleva implícito.

 

La mañana no puede empezar mejor, buen desayuno, buena temperatura y los hurones tan dispuestos a cazar como nosotros... 

 

Comenzamos la jornada y las cuadrillas se reparten las zonas a gestionar. La caza con hurón es una modalidad que requiere muchísima paciencia y calma, es una caza muy tranquila en la que se supone que el peligro no acecha, pero él siempre está presente en nuestra actividad.

 

Cuando escuchamos que ha ocurrido un accidente, nos resulta lejano, difícil de entender, y creemos que nunca nos va a pasar, porque llevamos todos los sentidos, toda la precaución y todo el respeto que el manejo del arma lleva implícito. Llevamos un par de horas cazando, Griezmann así llama Raúl a nuestro hurón, está cazando de maravilla, regalándonos bonitos lances y vaciando las tierras afectadas por la plaga de conejos, que tiene a los agricultores en jaque.

 

A unos 20 metros, otra cuadrilla caza la tierra de al lado, estamos espalda con espalda, asegurándonos así que no hay peligro de cruzar ningún disparo ya que cazamos en direcciones opuestas...pero ese peligro del que hablamos, que siempre acecha, hizo de las suyas. A uno de los compañeros de esta cuadrilla le sale un conejo hacia atrás, en nuestra dirección, el compañero instintivamente se gira, avisándonos que el animal va hacia nosotros, pero lo hace con el arma en guardia baja y el dedo en el gatillo, con tan mala suerte, que pisa en falso, se tropieza y su arma se dispara alcanzándome de lleno de cintura para abajo un cartucho de 7ª/32g.  

 

El dolor es tan agudo que las lágrimas brotan al instante, justo cuando Raúl se gira muy asustado, todo ocurre muy rápido, intenta calmarme, mientras revisa que ningún plomo ha alcanzado mi cara ni traspasado la ropa, se acerca el compañero, creo que más asustado que nosotros, blanco como la cal.  Ha ocurrido un accidente, en una décima de segundo y por suerte puedo contarlo.

 

Algo tan sencillo, tan obvio, tan básico como:  

- No girarse con el arma

- Tener puesto el seguro

- No poner el dedo en el gatillo.

 

Hubiera evitado este accidente. Seamos conscientes de que en cualquier sitio, salta la liebre y con las armas toda precaución es poca. #StopAccidentesDeCaza

Avda. Reina Victoria, 72.
28003 MADRID
Tlfo. 915340444

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