La seguridad del rehalero

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Felipe Vegue Contreras

Presidente Oficina Nacional de la Caza

Presidente Arrecal

Sin perros y sus perreros no hay montería.

 

Por desgracia no todos los días de montería transcurren como quisiéramos, descuidos, negligencias, rebotes o cualquier tropiezo, pueden dar al traste un buen día de montería. Empezaremos por el perrero, sujeto junto con los perros que baten la mancha a accidentes de todo tipo:

 

El cuchillo de remate, imprescindible para solucionar cualquier agarre y finalizar con presteza cualquier lance, siempre hay que llevarlo en su funda asegurado con un cierre que abrace el mango a la funda y no desenfundarle hasta llegar a la pieza, existe un riego grande de caída accidental y al llevar el cuchillo en la mano. este puede volverse contra el que le empuña, agarrarle con fuerza en el remate, no dejarle en la res ya puede ser expulsado con violencia o por un golpe imprevisto recibido en el agarre.

 

Tan importante es que los perros tengan dicha (ladren) como que el perrero o batidor utilicen la voz para marcar su camino a sus perros y a los puestos, así, evitara sorpresas en los tarameos del monte o la entrada hacia los puestos-.

 

La estética de la caza no está reñida con la seguridad, cualquier prenda tipo chaleco o gorra del color visible (naranja) sirve para marcar posición dentro y fuera de la mancha, evitara muchos sustos y fatalidades.

 

Caídas, son mayoría los terrenos donde las zanjas, piedras sueltas, maleza y una larga lista de obstáculos pueden hacernos que nos caigamos, llevar siempre protegidos los tobillos y las piernas con botas y rastrojeras nunca es buena idea llevar deportivas, cuidado por las zonas quemadas donde las matas pueden quedar como lanzas y clavarse al intentar romper la maleza, el perrero siempre debe de ponerse zahones para evitar enjararse, o enredarse con zarzas y otras malezas.

 

Las manos siempre protegidas, los guantes tipo trabajo de cuero grueso son más que aconsejables necesarios, las piedras y la propia vegetación en cualquier caída nos pueden lastimar.

 

Los ojos igualmente deberían protegerse, es tremendamente frecuente que la vegetación nos golpee o se introduzcan objetos que nos pueden afectar muy negativamente. En el mercado existen gafas en diferentes tonalidades para asegurarnos los ojos.

 

En los agarres avisar siempre a los puestos de que el perrero llegará al mismo, haciéndose oir, nunca dejar que se dispare en los mismos, los nervios siempre juegan en contra de perros y rehaleros, y un disparo resabia a la rehala, pudiendo dejar a las reses en cuanto se acerque una persona desconocida, siendo peor el remedio.

 

Zurrón, este humilde archiperre tiene también su función en la seguridad. debe ir provisto con un botiquín de campaña que pueda solucionar cualquier contingencia proporcionando primeros auxilios, agua y suero, cuerdas, guantes o cualquier artículo que podamos necesitar en un momento de apuro.

 

Vehículos, asegurarse de tenerlos siempre revisados, nunca debe faltar rueda de repuesto para furgones y remolques, dispones de eslingas y calzarlos siempre en el monte.Los perros de fuerza o los de agarre deben ir igualmente protegidos, collares anchos para el cuello y si son de los que agarran por derecho chalecos de kevlar para evitar cuchilladas de los jabalíes y puntazos de las reses. Si son de colores neutros o oscuros siempre distintivos de seguridad en sus collares o chalecos.

 

El comportamiento de monteros y auxiliares influye sobremanera en la seguridad de la montería, es función del Capitán de Montería y de sus auxiliares los postores que se cumplan todas y cada una de las recomendaciones de seguridad.

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