Seguridad en los recechos de corzo

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 Pedro J. Martínez Ángel 

Federación Gallega de caza

Colaborador de Mutuasport

Con los últimos compases de la temporada montera es hora de empezar a pensar en los recechos de corzo. Ese pequeño cérvido que a muchos nos quita el sueño durante el periodo estival. Su distribución se extiende prácticamente en la totalidad de la península ibérica. Esto hace que podamos recechar al duende en muy diversos hábitats. Desde las escarpadas laderas de nuestros macizos montañosos, a los extensos y llanos pastizales.  Podemos disfrutar de su caza tanto con rifle como con arco, siendo con arco una práctica que cada vez gana más adeptos por su dificultad. Para ello, debemos de tener en cuenta ciertas precauciones o medidas de seguridad en esas jornadas corceras. 

 

MATERIAL:    

- El mantenimiento del arma es muy importante para el óptimo funcionamiento de la misma.

- Verificar que el cañón de nuestro rifle no esté obstruido o sucio antes de cada salida al campo.

- Si cazamos con arco debemos de tener especial cuidado con el estado de la cuerda, palas, poleas y que los tubos de nuestras flechas no estén dañados por algún golpe o disparo fallido con anterioridad. 

– Unas botas de media caña o caña alta nos protegerán los tobillos y una buena suela antideslizante nos evitarán de dar algún que otro resbalón.

– Es muy recomendable llevar una batería externa, nunca sabemos cuando nos puede hacer falta, pero seguro le daremos buen uso en caso de emergencia.

– Una vara, bastón o trípode es muy útil a la hora del disparo, pero también en nuestros desplazamientos por el monte, donde nos serviremos de ella como apoyo.

– Un pequeño botiquín en la mochila no estorba y nos solucionará algún pequeño percance. 

 

A la hora de la caza:

–      Hacer un estudio previo de la zona para conocer un poco el terreno no esta de más, el tiempo que gastemos en la preparación nos lo ahorraremos cuando estemos cazando. Hay en comunidades que ir acompañados de un guía es obligatorio, en ese caso ellos ya son conocedores de la zona.

–      Marcar la ubicación de donde dejamos el coche antes del inicio del rececho nos puede ayudar a regresar en caso de que nos perdamos.

–      Informar a alguien de la zona por dónde vamos a estar cazando nunca esta de más.

–      Nuestra arma debe ir sin bala en la recámara hasta el momento del disparo, ya que tendremos tiempo de observar la pieza y cargar el arma cuando sea necesario.

–      Si cazamos con arco, la flecha deberá ir en el carcaj hasta que localicemos al animal y empecemos la aproximación así evitaremos pincharnos o cortarnos con las puntas de caza. 

–      A la hora de realizar el disparo debemos asegurar bien la trayectoria del proyectil y dónde impactará. Siempre enterrando el tiro y nunca tirar al viso. En lugares boscosos o con piedra los rebotes suelen ser frecuentes. Es muy importante tener esto siempre presente para evitar cualquier accidente.

–      Una vez abatida la pieza debemos de tratarla con el máximo respeto. Una muestra de ello es el aprovechamiento de su carne. Cuando estemos con su preparación hay que prestar atención cuando empleemos los cuchillos de no sufrir ningún corte. 

–      Mucho cuidado en los desplazamientos entre el cazadero y nuestros domicilios, en muchas ocasiones las distancias que debemos de recorrer son largas y la fatiga de realizar un esfuerzo físico sumado a las pocas horas sueño se tornan en ocasiones peligrosas. Si es necesario, realizaremos paradas para un regreso más seguro.    

 

Si seguimos todas estas normas de prevención y seguridad tendremos una satisfactoria jornada de caza.    

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28003 MADRID
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