Stop Bulos de los animalistas

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Federación Aragonesa de Caza

Colaboradores de Mutuasport

Con el auge de las nuevas tecnologías, la facilidad de expresión y la crítica que esto conlleva se han visto favorecidas en gran medida.

 

Es por esto por lo que, en los tiempos que vive la caza, se debe tener máximo cuidado con el contenido que se publica o sale a la luz, pues está a disposición de todo el mundo y es muy fácil crear de una realidad (acertada o no, eso va a gusto del consumidor) una mentira.

 

Así lo hemos visto recientemente en noticias o artículos dedicados a la actividad cinegética. El principal colectivo que ataca la caza se hacen llamar animalistas y, en nuestra opinión, ese término del que se han apoderado no les pertenece en absoluto. Su principal objetivo, como parece obvio, es prohibir la caza, sin darse cuenta de que no hay nadie más ecologista que un cazador. A diferencia de la propaganda que ellos intentan inculcar, en lo relativo a que un cazador es una persona violenta, sedienta de sangre, que deambula con un arma por el monte esperando a cruzarse un animal para pegarle un tiro, la figura del cazador va muchísimo más allá que esta simple y vulgar definición.

 

El cazador es el primer interesado del bienestar animal y medioambiental. Cuida del monte como si fuera su propia casa, jamás dejará la naturaleza peor de lo que la encuentra; ahí entra el papel de la caza. La caza es gestión, es velar por la salud y la comodidad de los animales, que en épocas de sequía no les falte agua o cuando la comida escasea, aportar de su propio bolsillo alimento al monte. Por la parte que nos toca, es muy frecuente en invierno que nuestro monte esté cubierto de nieve y muchas veces helada, lo que conlleva que sea de gran dificultad la búsqueda de alimentos por parte de los animales, cosa que, con mucho esfuerzo, pero con dedicación intentamos solventar nosotros aportando alimentos.

 

Cabe destacar que, en estas situaciones, los cazadores nunca vamos a jugar en ventaja, siempre buscaremos otro lugar de caza, aunque tengamos todo organizado en ese día, para no perjudicar lo más mínimo la naturaleza.

 

Otro bulo muy sonado, ya fuera de redes, en cadenas de televisión nacionales, es el mal llamado abandono de nuestros perros al final de cada temporada. Cualquier cazador que haya tenido un perro, sabe lo difícil y costoso que es criar un perro cualificado para cazar y el cariño que se les coge con todo el tiempo que se pasa con ellos. Para nosotros, un perro es un miembro más de nuestra familia, pasamos horas y horas todos los días con él y sabemos realmente lo que cuesta mantener su salud en condiciones.

 

En conclusión, creemos que para criticar u opinar sobre una cosa, primero debe conocerse y saber de verdad los aspectos relevantes que tiene. Es fundamental contrastar la información que se da a conocer y cómo se da a conocer.Federación Aragonesa de Caza

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